Hace poco leí alguna noticia sobre el ZX Spectrum, o lo que es lo mismo, el primer ordenador que tuve. Creo recordar que la noticia hablaba sobre la vuelta de este aparato.
Se conoce que como lo retro vende, es una buena oportunidad de colocarnos unos cuantos aparatejos de estos a los nostálgicos del inicio de la era del videojuego.
Básicamente era una maquinita que se conectaba a un televisor y podias cargarle juegos -en casette- que para aquella época eran lo más.
Recuerdo haber pasado un verano entero jugando a un juego con el que llegué a obsesionarme por acabarlo.
También es donde hice mis pinitos en la programación y me sirvió para entender algo sobre computadoras, básicamente que el código máquina era un galimatías que nunca entendería y que pudiendo piratear juegos para qué comprarlos.
Fue sin duda una época de descubrimientos y distracción y que abandoné hasta, como no, la llegada a casa de la Play Station y de mis hijos.
Bueno, primero los hijos y después la Play, para ser más exactos.
El caso es que últimamente con lo que vienen a llamar consola de última generación, la PS4, me está volviendo a entrar el gusanillo de los videojuegos.
Cuesta imaginarse aquellos años y cómo podíamos entusiasmarnos con juegos como este:
... y lo que vendría a ser un juego de motos actual para la videoconsola antes mencionada. El realismo que consiguen te hace meterte en la historia y llegas a creerte un personaje del juego. Yo ahora ando disputando el campeonato de moto GP y codeándome con los Márquez, Lorenzo, Pedrosa, Rosi y demás monstruos de las dos ruedas. Aquí sin ir más lejos, en el circuito de Cataluña, tercero detrás de Lorenzo y Pedrosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario